Mujer fugaz
taciturna esencia,
inmensa la noche en tus ojos
anodina la fuerza en tus conjuros,
me inclino ante la cúspide de tu fuego
y sumerjo mis manos en tus abismos de labios
de tinta y tempestades que danzan en tu centro,
colapsando tu ombligo.
No hay parte de tu ser que no sea expuesto
-En tus trazos el ocaso se desmayó en murmullos
te regaló sus sueños-
Y en la tierra…el tiempo
avanzando lento, devorando tu misterio,
ya no hay aureolas cobijando tu cama,
la fragancia de las musas te ha abandonado.
Brota! mujer de sangre
por mis poros y los de ellas,
que tu presagio se extienda hasta los confines del sol
que nazcas de nuevo,
que las palabras de sangre sean inmortales.
Que contemple tu belleza inspiradora
en la flor boreal,
en el sexo de la esquina,
en la mirada que odia la sensualidad voraz,
en la que la desea.
Que nazcan letras, colores, vida
de los putrefactos trozos que del corazón caen
o del sentir sublime de atardecer en paz.
Brota, mujer de sangre
revienta mi piel con tus espejos,
y a través de los ecos que se extienda tu voz,
que tu tinta corra dibujando ríos
y tu lienzo, mágico tejido
conciba orquestas, caricias púrpuras
tempestades, parálisis,
locura.