Llévate las sombras
amanece la aurora en tu piel,
rodea los espacios de mi locura
adviérteme la hora del descenso,
puedo presentir el fuego
el llamado,
alas de libélula callan mis labios
debo dar vuelta en mi misma,
convertirte en mi arco
en mi motivo
en mi último sonido,
corazón de desierto
de ecos guardados en inmensidades
escucho mi voz entre las montañas,
mi canto se evapora en cascadas nocturnas
que esperan al alba ser descubiertas,
amadas
devoradas
extinguidas.
Me vacío plena,
escucho el roce de tu ser contra el viento,
presiento tu calma
te acercas,
tus manos limpian mi espejo
te escucho,
siento en mís párpados
la sutil luz de tu amanecer.
22.11.10
12.11.10
Lunario
cual incendio
dejar que el silencio envuelva todo
como agua
filtrarse suave por los confines del tiempo
volar en sueños
escuchar el latir cósmico de la tierra
rozar el viento
permanecer inmóvil ante el océano
dejar ser
abrazar el horizonte, recoger las uvas
escuchar las voces que entre las olas
se desvanecieron como la espuma.
dejar que el silencio envuelva todo
como agua
filtrarse suave por los confines del tiempo
volar en sueños
escuchar el latir cósmico de la tierra
rozar el viento
permanecer inmóvil ante el océano
dejar ser
abrazar el horizonte, recoger las uvas
escuchar las voces que entre las olas
se desvanecieron como la espuma.
11.11.10
azulfuego
A mi puerta llegó la niebla
la dejé pasar,
empañó mi espejo,
mis ropas húmedas se adhirieron a las paredes
mis ojos se volvieron nubes
perdí el tacto...
Tendida en el pálido suelo,
jugué a descifrar tus ojos,
soñé que la sombra de mi cuerpo
se proyectaba de los contornos hacia afuera.
La luna me observa,
y en los susurros de la noche me pierdo
esperando el primer trinar de la mañana
inicio del camino de ida,
de frente.
Horizonte de fuego,
las nubes, las flores, mis campos, todo...
todo está ardiendo!.
la dejé pasar,
empañó mi espejo,
mis ropas húmedas se adhirieron a las paredes
mis ojos se volvieron nubes
perdí el tacto...
Tendida en el pálido suelo,
jugué a descifrar tus ojos,
soñé que la sombra de mi cuerpo
se proyectaba de los contornos hacia afuera.
La luna me observa,
y en los susurros de la noche me pierdo
esperando el primer trinar de la mañana
inicio del camino de ida,
de frente.
Horizonte de fuego,
las nubes, las flores, mis campos, todo...
todo está ardiendo!.
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